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miércoles, 21 de julio de 2021

Nos llaman para la moricuna.

Speed Grapher habla de la élite y de la modificación del ADN.

"Le doy un pasaporte sanitario de máximo dos años con la moricuna. Más no necesitará desde este otoño" [Fuente] y es que ahora la gente está pagando, además de hacer colas por meterse veneno sabiendo que en el fondo morirán.

Estamos viviendo el más enorme suicidio colectivo en masa de millones de personas. La gente se siente una basura y ante este proceder, obedece a cualquiera que mande, aún a través de un mensaje de texto: moricúnate el día x.

Me hartan las noticias supuestamente oficiales que afirman que las moricunas no contienen óxido de grafeno cuando varios científicos por su cuenta demuestran cada día que sí.

La gente morirá, de todas las familias y nadie moverá un dedo. Ni por ellos mismos, ni por sus hijos. Al que dice la verdad lo tachan de conspiranoico y negacionista, y a sus verdades, bulos.

El instinto de depredación animal a la inversa: una autodestrucción programada. Nos engañaron con el libre albedrío, el hábeas corpus, los derechos constitucionales, la igualdad y los derechos del hombre. Mejor hubiera sido anunciar: eres carne de crematorio en cuanto el gobierno te lo ordene, no investigues nada, muere con obediencia y así serás un ciudadano modelo, o como dice Eladio Fernández, un ciudadano Fahrenheit.

Israel prohíbe la entrada de ciudadanos vacunados de otros países. Mientras tanto, Pedro Sánchez programa ir a Estados Unidos para comprar armas con el fin de instaurar definitivamente el socialismo y la III República, que por supuesto, pagará con planes de pensiones, jubilaciones prescritas por fallecimiento y embargos de bienes [Fuente].

Pilar Bardem fue noticia en el diario El Español, entre otros: "Fíjate, ya tiene todas las vacunas puestas y es fantástico poder verla con esa tranquilidad y disfrutarla" para poco después fallecer.

Los griegos exigen la dimisión del primer ministro por el desastre del plan de la moricuna experimental, los ingleses protestan contra el pasaporte sanitario ante el parlamento, y un informático de los CDC ha firmado una declaración jurada que ha sido presentada en un juzgado de Alabama en la que muestra que la moricuna ha matado ya a 45.000 personas [Fuente].

Jair Bolsonaro 🇧🇷: "Yo no me pondré la vacuna. Tengo anticuerpos. Los laboratorios farmacéuticos no se hacen responsables de ningún efecto secundario. Estas vacunas no están autorizadas, están en fase experimental".

Y bueno, para finalizar, las actuales inundaciones tienen por objetivo inutilizar los búnqueres, así como las vías de escape de los globalistas. A ver qué sucede con España, un país olvidado por su pueblo que lo ha traicionado al darle la espalda por hacer caso de los medios financiados a más no poder.

Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com

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