Me he encontrado con un artículo que dice: "Los no vacunados sabían lo que nosotros no sabíamos. Algunos de ellos dijeron muy poco. La mayoría no dijo nada en absoluto. Ahora hay mucha sangre en sus manos" [Fuente]. Somos los culpables de todo cuando antes había que exterminarnos, no tiene la culpa el médico sobornado, el enfermero que baila en TikTok o el periodista alarmista generador de miedo. Los no vacunados si algo hemos hecho es advertir, fuimos humillados, rechazados y presionados. Familias que renunciaron a algunos de sus miembros, los vacunados tomaron su maldita elección, no se les ha puesto una pistola en la cabeza.
El no vacunado mientras sufría la coerción, se movió y se está moviendo en las redes sociales para compartir entrevistas y datos revisados, escribió a medios de comunicación y ningún periodista hizo caso, escribió a escuelas y ningún profesor hizo caso, escribió a los políticos, departamentos de salud, comunidades en diferentes ámbitos, etc. A este perfil se le borraron las redes sociales, se le censuró, se le prohibió participar en la sociedad, se le negó la entrada a bares, restaurantes, museos, bibliotecas, gimnasios o piscinas públicas. Se le negó incluso a considerar un punto de vista alternativo, por lo que al no vacunado ahora no se le debe exigir que asuma la responsabilidad de estas mafias que no se hacían responsables.
El perfil del no vacunado tampoco podía visitar a sus mayores en la residencia, tal vez perdió la Navidad y su trabajo. Se le catalogó de egocéntrico o con traumas infantiles, fue perseguido por guardias en el confinamiento, incluso golpeado o detenido, no se le permitía regresar a su propio país u hogar. Si habla de 5G, Chemtrails, que la élite envenena nuestros cielos y alimentos, se ríen e insultan.
El artículo quiere lo mismo de siempre: enfrentar a las personas entre sí debilitando de este modo el levantamiento porque estamos demasiado ocupados señalándonos los unos a los otros. Será por mítines que hubo a lo largo del mundo donde decenas de millones de personas se levantaron por ser conscientes de los planes de la agenda.
El moricunado tomó su decisión a pesar de la extendidísima información que lo prevenía, nunca se tuvo tanto acceso, físico y online. Los gobiernos, las autoridades sanitarias, los médicos y los medios de comunicación sabían de antemano lo que pasaría, ya estaba programado por lo que ellos son los únicos responsables, los que fueron dirigidos a hacer el mal porque tenían órdenes estrictas de causar daño.
Los demayos, los infartos y las muertes están aumentando, la obediencia del moricunado está prolongando esta pesadilla, ¡una mesa sin las patas no se aguanta!, el CEO de Pfizer no ofrece respuestas, las reclamaciones deben recaer en los causantes y en ellos mismos por tomar una decisión libre mientras culparon a inocentes. Confiados y temerosos de sus mentiras, ni preguntaron por el prospecto: del consentimiento informado ya les tocará hablar cuando se les pregunte.
