El dropshipping es un método de envío y entrega de pedidos minoristas en el cual no es necesario que la tienda o el individuo tenga los productos que vende en el almacén. Al vender el producto, lo compra de un tercero y lo hace enviar directamente al cliente. Es muy dañino para la economía del país porque el mayor porcentaje de almacenes son chinos, por ende, los productos también y quienes colaboran con este desastre, suelen ser tiendas en línea o influencers, ofrecen artículos muy vistosos (que entran por el ojo) pero carentes de marcas y calidad.
El dropshipping está protegido: los buscadores más famosos patrocinan este tipo de comercio en línea porque les conviene que se compre al país asiático por excelencia, ya que existen fuertes vínculos políticos entre España y China.
Cuando se compran productos en España se le están dando impuestos a los sinvergüenzas que nos gobiernan pero también al trabajador medio, a amigos y vecinos, se mueve el dinero español, sin embargo cuando se compran productos Chinos estamos haciendo potencia mundial a otra raza, a otra cultura. El sistema político allí es diferente y tan siquiera podría ayudarse al trabajador, que cuando viene a España a por una oportunidad se rechaza al español para elevar al chino concediéndole varias oportunidades a través de subvenciones y/o préstamos mientras los autónomos propios de nuestro país caen en la más absoluta miseria.
Gracias a palabras policía como "supremacismo blanco" se aplasta al ario como si de hormiga se tratase, pero como nos llaman ganado habrá que traspasar la cerca.
Independientemente de lo moral, no es un modelo de negocio estable y serio: el dropshipping juega con las mentes de los débiles, vendedores y compradores, si bien implica renunciar a una marca propia y se vende lo de otros, únicamente se está cobrando una comisión que puede llegar a ser desorbitada e injusta. Ni existe el emprendedor como tal, ni tiene valor, ¿cuánto vale un cliente de dropshipping a largo plazo? ¡nada! son negocios no sostenibles que acaban cayendo por su propio peso sobre una mala estructura. No hay que dejarse llevar por este tipo de inventos que parecen estar creados por la élite globalista, quien puede poseer una red de multinacionales pero el pequeño comerciante no debe existir y si existe, bajo una serie de condiciones paupérrimas. Hay que abrir los ojos, despertad.
Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com
A continuación agregaré una conversación de un contacto (SP) con Pauline LeBlanc (Pseudónimo Bouyaux), gestor de la página Relojes de Bolsillo para demostrar su constante contradicción así como su falsedad con el cliente. Toda ella a través de correo electrónico vía Gmail.
✉️ Pauline LeBlanc:
"Nuestro equipo acaba de procesar su pedido. Le agradecemos su confianza y esperamos que le guste su reloj de bolsillo. Le deseamos una buena semana".
✉️ SP (4 días después):
"¿Cuál es el número de seguimiento?".
✉️ Pauline LeBlanc:
"No hay número de seguimiento. Tardamos 15 días en enviar un producto tal y como se indica en nuestra página web".
✉️ SP:
"¿Entonces viene de China?, en ese caso, si no ha salido de ese país, ¿estoy a tiempo de cancelar mi pedido? en vuestra página web figuran otros plazos".
✉️ Pauline LeBlanc:
"No es posible cancelar su pedido. El reloj ya ha sido enviado desde Asia (no desde China), por lo que no puede cancelar su pedido. Lo sentimos. ¿Tiene una fecha límite en la que le gustaría recibir el artículo? esperamos sinceramente que el paquete llegue antes de esa fecha".
✉️ Pauline LeBlanc:
"Puede realizar el seguimiento de su paquete a través de nuestra página dedicada, esperamos que esto le ayude".
✉️ SP:
"¿Por qué intenta ocultar que el pedido es de China? al poner el número de seguimiento en otra página indica el origen de salida".
✉️ Pauline LeBlanc:
"Queremos dejar claro que no todos nuestros productos se almacenan en China, pero efectivamente su paquete fue enviado desde China".