Translate

lunes, 18 de julio de 2022

Nos llaman para la moricuna, 11ima parte.


Aumentan las muertes repentinas por "golpes de calor" de forma considerable, por ejemplo la de una mujer de Madrid [Fuente], la de un técnico de ascensores [Fuente] y otros de los cuales se desconoce el motivo, como el artista Héctor Tricoche [Fuente], Jorge Badía, una mujer de Altotonga [Fuente], un hombre de 50 años [Fuente], la artista plástica María Pía [Fuente] o la deportista española Maribel Ortega [Fuente]. Abogados ya han caído unos cuantos, diputados y senadores ni uno. El colmo de la mentira en prensa, decir que un hombre muere ahogado y el agua le llegaba hasta las rodillas [Fuente], los moricunados lo creen.

Para más inri, al menos 11 turistas caen muertos en las playas italianas en 24 horas [Fuente], la hermana de Leticia Sabater también fallece repentinamente [Fuente], Paloma Navarrete, el bajista Paul Ryder, un juvenil de La Mojonera [Fuente], Aleksandr Kozlov a los 29 años [Fuente], un barrendero de Puente de Vallecas, Jak Knight y la pareja de Pauline Peyraud-Magnin, portera de Francia [Fuente].

 
Incluso sin llegar a ser muerte, los moricunados se quejan de problemas de salud, por ejemplo Ibai Llanos confirmó su grave dificultad en la visión "sin conocer" la causa. Un hombre falleció en Riazor (A Coruña) "por una parada cardíaca" [Fuente], Francisco Valenzuela también perdió la vida, un adolescente de 16 años [Fuente], un hombre en la playa de San Lorenzo [Fuente], Mattia Ghiraldi mientras dormía, un salvadoreño dentro de un bus [Fuente], un niño de 8 años [Fuente], además de supuestos suicidios en la Universidad de Cambridge [Fuente].

Antonio Ibáñez, actor en Aída, también nos dejó con 34 años, la músico Lola Pérez Rivera, el escritor Corrado Premuda, el nadador Ramiro Tossone, el policía local José Ángel de Jerez, el guardia civil Tena, destinado en el Puesto de Sepúlveda (Segovia), Nacho Martínez [Fuente], José Gonzalo Concha [Fuente], Íñigo Lapetra [Fuente], Nicola de Munari, Mohammed Barkindo, el profesor e investigador Jordi García [Fuente] y algunos mientras conducen [Fuente]. El "Síndrome de muerte súbita" suena mucho más bonito que genocidio. Muy pronto habrá cientos de funcionarios de la salud diciendo: "fue tu elección, nadie te obligó".

Carlos Santana se desplomó en pleno concierto pero los moricunados lo atribuyeron a un simple desmayo. Aún así, el artista fue conducido fuera del entarimado veinte minutos después. Bryan Marchment, Alberto Bressan, el jugador de baloncesto Andrés Burgos, Rafa Pérez y más muertos son noticia diaria. En las escuelas de Reino Unido se están instalando desfibriladores porque la #repentinitis se ha disparado. Lo realmente grave es que este fenómeno se está normalizando, los moricunados ven como algo normal el desmayo o la muerte instantánea siempre que haya una excusa o una falsa justificación que los alivie.

De igual modo, falleció un hombre en la playa de Somorto (A Coruña), un turista de 53 años canadiense [Fuente], Busisiwe Lurayi, y entre estas trágicas noticias de decesos se pueden leer tomaduras de pelo increíbles como: "Un surfista infectado con Coronavirus© puede contagiar el agua por seis horas", te engañan porque quieres y lo permites. Un pensamiento único impuesto a golpe de represión, censura y soborno [Fuente]. Una moricuna milagrosa precipitada que huele a negocio satánico. Jamás deben aceptarse caramelos de desconocidos aunque lleven elegantes trajes, lo sabe bien el músico que perdió 8 dedos después de la J&J.

Pájaros muertos en antenas 5G, nunca nos habían fumigado tanto y es que, mientras la renuncia de Boris Johnson acaparaba toda la atención, el gobernador del R.U. publicó discretamente un informe que muestra cómo los moricunados reprensentan el 94% de todas las muertes por Covid© desde abril [12 de Julio].

👉 A la gripe y al resfriado común le llaman Covid©.

👉 A la restricción de libertades, le llaman cuarentena.

👉 A los sanos, le llaman enfermos asintomáticos.

👉 A los efectos adversos de la moricuna, le llaman nuevas cepas.

👉 A los que se dan cuenta del engaño, le llaman negacionistas.

Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com

sábado, 16 de julio de 2022

Ser republicano es una moda.

La segunda república fue antidemocrática, ni se respetaron los resultados de las urnas ni se aceptó la pluralidad, no obstante la izquierda la sigue reivindicando y mitificando. La segunda república sigue siendo un referente para la izquierda española noventa años después de su proclamación, no es propio de partidos "democráticos" homenajear actitudes, discursos y personajes que atentan contra los principios que supuestamente defienden hoy.

Se trata de la imposición a la fuerza de un modelo. En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 ganaron los monárquicos y no votaron las mujeres porque Berenguer las sacó del censo electoral, de hecho, votaron afirmativamente en el plebiscito de 1926 sobre Primo de Rivera, de ahí el recelo de los republicanos y socialistas a reconocer el voto femenino.

El voto se reconoció a la mujer en España en 1924. Mientras en Wyoming se aprobaba el sufragio universal universal de hombres y mujeres en 1869, en España el republicano Pi y Margall decía que el papel político de la mujer era educar a sus hijos. El PSOE tampoco entendió el feminismo ni siquiera en la segunda república.

No se celebró ningún referéndum sobre la forma de estado, no se permitió elegir en ese momento a los españoles, ni la organización de los monárquicos. El estatuto de autonomía de Cataluña se aprobó antes que la Constitución de 1931 condicionando todo el proceso territorial. Lejos de ser un oasis de libertad, prohibieron toda manifestación monárquica o cualquier acto o periódico que se creyera contrario al régimen republicano.

Un anclaje histórico mitificado que tiene de revolucionario y exclusivista lo que un sentimiento de superioridad moral. Los republicanos llegaron con soberbia para "arreglar España" y no sólo fracasaron, sino que metieron al país en un conflicto constante. Ni fue una democracia ni hubo más libertad que hoy, como sostiene la izquierda pues no es un referente positivo cuando metieron al país en la peor crisis del siglo XX. Una moda que desprecia lo existente y a la monarquía parlamentaria que establece la Constitución de 1978. El marxismo ha llegado a reforzar esta moda transformándola en una corriente de colectivistas.

Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com

martes, 12 de julio de 2022

La oscura verdad en una base militar: El proyecto Montauk.


Un campo militar donde se hacían experimentos con niños y que inspiró a la famosa serie "Stranger Things" está dando valor al testimonio de Joe Loffreno de 53 años, quien creció en Montauk (Long Island) y operó desde hace 18 años en un cuartel llamado Camp Hero (dentro del parque estatal). Asegura que él es uno de los famosos "Niños Montauk" (infantes secuestrados que trastornaron genética y psicológicamente). Una base de gobierno donde hubo experimentos como control mental en laboratorios subterráneos ocultos y cubiertos con cables. La disidencia controlada atribuye la presencia de extraterrestres en la zona desacreditando la información para transformar el hecho en conspiración y no en la realidad que es, tal como ocurre con otros fenómenos que sacan de la comodidad a las masas.

"Cuando fui hipnotizado durante 40 minutos por un profesional, todos los recuerdos se inundaron. Nos hicieron algo muy malo ahí dentro, éramos muy niños, no tenían derecho a experimentar con nosotros, fue algo muy oscuro y malvado" afirma el neoyorkino raptado y abusado sexualmente en el verano de 1980 a la edad de 12 años. Recordó bajo hipnosis que fue invitado por un chico al que nadie conocía a ir a dicha base en bicicleta para, posteriormente, dos hombres vestidos de civil que lo esperaban, lo trasladaran a un área subterránea junto a otros menores que no conocía (a través de la Batería 113, uno de los túneles de artillería sellados actualmente). Dentro, recordó estar en una mesa con cables conectados a su cabeza "Nos analizaron como animales" mientras veía a 50 niños más, algunos asesinados [Fuente]. Todavía permanece esta construcción bajo tierra.

Oficialmente el Camp Hero era una base del ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y una estación de Fuerza Aérea durante la Guerra Fría, no salía a la luz la información de los "Niños Montauk" en ningún caso hasta el año 1981. En el terreno hay una potente torre de radar SAGE construida con la intención de dar una advertencia de 30 minutos a los habitantes en caso de un ataque. Los vecinos recuerdan que cuando la torre funcionaba, hacía interferencia con los televisores y muchas personas reportaban dolores de cabeza por estos captadores energéticos. Vincent Barbarick afirmó que la base tiene un alto valor geográfico: "Geometría sagrada donde Montauk es conocido por ser un vórtice de poder. Geológicamente es una montaña subterránea. Algo sucedió allí seguro".

Múltiples carteles que prohíben el paso, uno al lado de otro y la información dada a medias a través del entretenimiento hacen que cada vez más personas quieran descubrir este misterio. Otro investigador local llamado Paul Fagan que ha pasado años alrededor del lugar estima que hay un reactor nuclear que fue enterrado en secreto [Fuente]. Los experimentos MK Ultra de control mental de la CIA de las décadas de 1950 y 1960 acabó con la vida de niños y adolescentes, secuestrados y fugitivos. Una oscura e incómoda verdad parcialmente vinculada con el conocido experimento Philadelphia, el proyecto Montauk debe ser bien analizado, pues pierde mucho crédito con la disidencia controlada que "lo reafirma" aderezado.

Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com

domingo, 10 de julio de 2022

Brutalismo: El demonio es mi arquitecto.

El brutalismo se ha convertido en un estereotipo, y los estereotipos son difíciles de eliminar. Ha sido promulgado principalmente por diseñadores, directores de arte en cine y televisión, escenógrafos y productores: una forma de expresar el lenguaje del mal a través del materialismo más basto como "cultura general", propaganda fruto de un número relativamente pequeño de creativos que emplean este modo de arquitectura para igualar aspectos perpetrados por los personajes que ocupan estos espacios.

El nombre brutalismo está mal interpretado: fue arrancado del francés "Beton Brut" (hormigón en bruto), pudiendo tener más sentido si procediese del italiano "Che bruta" que viene a significar "qué feo", no obstante dicho estereotipo ha encontrado fanáticos entre los arquitectos que no lo encuentran frío, tosco o demasiado monolítico, repetitivo o sin escala. Sinónimo de modernidad e industria, el brutalismo está altamente apoyado por la élite globalista. Reginald Hough desde el año 1963 se convirtió en uno de los constructores clave.

Emplean la excusa "menos cuesta más" y no. En arquitectura y materiales, menos cuesta menos, más si se trata de hormigón. En las películas, las guaridas brutalistas de hormigón parecen tan omnipresentes como las excavadas en montañas o volcanes. Thomas Edison "diseñó" casas totalmente de hormigón: desde estanterías y barandillas de madera hasta tejas y pavimento centrándose así en lo uniforme.

El brutalismo ha sido hallado en estructuras funcionalmente exigentes como búnkeres, prisiones, refugios, plantas de energía nuclear o represas ya que está asociado con el peligro y el anonimato más que con la lógica, la humanidad y las emociones. El lenguaje de sus formas adquirió un tufo a muerte y malas intenciones. El hormigón, a diferencia del ladrillo, no tiene una unidad elemental que establezca la escala: no importa cuán enorme sea una pared de ladrillos porque todavía está hecha de piezas del tamaño de un zapato que podemos recoger, pero un muro de hormigón alto y largo, resulta completamente amenazador sin indicio de detalle. Una prisión, un encierro, psicológicamente aterrador. Como sociedad obediente y lineal existe la desgracia de quedarse atrapada en lo impuesto y una vez concebido el hormigón brutalista, no se puede volver atrás porque no se trata de un diseño de moda de pasarela sino aquello que se deja a las generaciones venideras.

José Ramón Lorenzo en el año 2009 publicó: "Cuatro textos sobre la arquitectura brutalista" iniciando la crítica más despiadada a los delirios de cemento y pilares que forman polígonos y ciudades jardín. Textos que lucen palabras como "adifisio" y "horrotonda". Como ejemplos, nos cita la Unidad Habitacional de Marsella de Le Corbusier, cuyo material de construcción favorito es el hormigón, los Robin Hood Gardens, la Balfron Tower, el Park Hill en Sheffield, la orgía de ángulos agudos de hormigón Mairie d'Ivry donde, para bajar las escaleras hay que ir de lado, el Ruedo de Moratalaz o las Torres Blancas, entre otros edificios similares: Ver más.

Un satanismo arquitectónico soviético izquierdista con excusa de obrero y vecinal donde se pasa del racionalismo al irracionalismo. El problema viene cuando los arquitectos se ponen la medalla de "artista" y piensan que están haciendo una obra de arte que únicamente se entenderá en el futuro como si fuera un cuadro de renombre. La arquitectura es para ser vivida, no para colgarse en los museos y cómo no, "necesita consenso". En ocasiones se demolen las casas porque "surge la necesidad de construir muy rápido muchísimas viviendas para reubicar" cuando aún hay familias esperando un piso definitivo, los hospitales actuales, los centros médicos, los ayuntamientos y la mayoría de edificios públicos a disposición de los ciudadanos se identifican con el brutalismo para demostrar a quiénes sirven y cómo deben tratar a las masas. Si se acompañan con una escultura abstracta, tenemos entartete para adorar al demonio a través de la arquitectura degenerada.

Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com