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viernes, 21 de octubre de 2016

Conspiranoicos.


Existen hoy en día cientos de temas, cientos de acontecimientos históricos y otras tantas cosas que algunos no se cansan de intentar desmentir y probar su falsedad. Desde el viaje del hombre a la luna, el asesinato de John Fitzgerald Kennedy, el supuesto asesinato de Lady Diana, los atentados del 11S, la teoría de la evolución de Darwin, la construcción de las pirámides y una larga e interminable lista de acontecimientos y teorías científicas más que probadas, se convierten en conspiraciones para embaucar a la población mundial de distintas formas con no se sabe bien qué oscuro propósito, como si toda la gente del mundo casi sin excepción alguna fueran excelentes genios literarios de ciencia ficción y fantasía, que a parte de sus trabajos habituales no tuviera otra cosa más que hacer que inventarse historias.

La teoría de la evolución de Darwin es algo irrefutable y probado ya por muchos científicos, los viajes a la luna han sido ampliamente documentados y apoyados con pruebas tangibles, por el asesinato de Kennedy ya pagó el culpable, que por eludir su culpabilidad un criminal de ese tipo no dudaría en delatar a sus compinches si los hubiese. Lady Di murió en un trágico accidente automovilístico, algo que sería difícil de manipular a no ser con coches teledirigidos. Resulta difícil e impensable creer que esos y tantos otros acontecimientos han sido engaños y que después de tantas y tantas conspiraciones, como nos quieren hacer pensar que existen y existieron, nunca se haya probado ninguna de ellas, nunca se hayan dejado un cabo suelto, nunca se encontraron pruebas para demostrar que tales hechos hayan sido manipulados.

Para muchos, promover teorías de la conspiración es un hobbie, parece ser que no encuentran mejores formas para pasar el tiempo y se dedican a buscar la falsedad en cada noticia, una oscura organización detrás de todo lo que ocurre en el mundo para controlar nuestras vidas, quizás buscan un culpable de todos los males del mundo para de esa forma, poder pensar que nunca un individuo es el responsable, que el ser humano por sí solo no comete errores, que detrás de esos errores siempre hay un grupo de personas que se dedican a mover los hilos para jugar con su mundo de marionetas.

Algunos, al no ser capaces de comprender las teorías científicas, simplemente las tachan de falsedades, al ver que la ciencia no encuentra la explicación a todo, piensan que lo que no sabemos es más bien lo que nos ocultan, que las guerras y los conflictos políticos siempre siguen un guión en el que los vencidos y los vencedores ya están establecidos de antemano.

Gente con problemas mentales siempre ha existido, y los que no tienen otra cosa más que hacer, se dedican a estudiar las teorías de otros locos porque resultan tal vez, más espectaculares y entretenidas.

La enfermedad que causa esos problemas se llama Apofenia y parece que con el tiempo, se está convirtiendo en una epidemia.

Espero que pronto encuentren una vacuna efectiva, porque si esto sigue así no se sabrá lo que es verdad y lo que no.
Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com

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