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lunes, 3 de octubre de 2016

Ciudad sin desahucios, ciudad sin ley.


Si todo el mundo compra un piso o una casa mediante una hipoteca, debería conocer los riesgos que ello supone, pero claro, si me voy a pedir una hipoteca, ¿por qué no pedir un poco más? si puedo comprar un piso de 140.000 euros, ¿por qué comprar uno de 90.000 o de 80.000 euros?

Que la riqueza está mal repartida está claro, pero eso ya lo sabemos. Que las leyes y el sistema no es justo, también lo sabemos, pero nadie quiere luchar por cambiar las cosas.

Si participamos en unas elecciones y sale vencedor un partido político, debemos atenernos a las consecuencias tal y como son. No puede ser que si existen unas leyes, ahora algunos se las puedan saltar. Es muy bonito no trabajar y que vengan las ayudas, que venga el estado y nos proteja frente a unos contratos que firmamos sabiendo a lo que nos enfrentábamos mientras otros sigan trabajando, pagando los impuestos, sufriendo tanto o más que algunos de los que se benefician de todas esas pijadas que salen cuando se ponen delante de las cámaras a llorar y a protestar antes que luchar por las cosas.

Por supuesto, que da más pena si los que salen delante de las cámaras tienen dos, tres o hasta cuatro hijos. Esa es otra injusticia por la que nadie protesta, ¿cómo es que todo el mundo tiene derecho a tener hijos? la gente ve normal que alguien que quiera adoptar deba cumplir unos requisitos indispensables para ello, ¿por qué no se aplica lo mismo a quien quiera tener un hijo? hay gente a la que le gustaría tenerlos pero no lo hace porque sabe que es un gasto que hay que estar muy seguro de poder asumir en su totalidad hasta la edad adulta del mismo. Después resulta que parte de su sueldo se le va en impuestos y que parte de esos impuestos, se van a familias que han decidido tener hijos sin la seguridad de poder mantenerlos.

Cuando alguien sale en la televisión llorando porque no puede pagar la hipoteca y darle de comer a sus hijos al mismo tiempo, la gente se ablanda pero no piensa en los otros que de forma responsable, han decidido no tenerlos porque no saben si en unos años podrán seguir manteniéndolos, es más, los consideran egoístas o cobardes por no tener hijos.

Las ciudades no deberían ser sin desahucios, lo que debería es haber más leyes para que por culpa de algunos, no tengan que pagar después otros.

Pues al final va a resultar que en este sistema funciona el dicho de "el que no llora no mama".

Lo importante es salir en televisión llorando y pidiendo que así ya vendrán otros a solucionarte los problemas.

Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com

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