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miércoles, 12 de octubre de 2016

Suben los impuestos a las bebidas azucaradas.


¿Es justo que suban los impuestos para desincentivar el consumo de bebidas azucaradas por los supuestos riesgos que éstas conllevan sobre nuestra salud?, ¿se puede atribuir el aumento global de casos de obesidad y diabetes directamente al consumo de azúcares añadidos?

¿Es en realidad la subida de los impuestos en estos artículos un intento para desincentivar su consumo o realmente es una excusa para conseguir recaudar ingentes cantidades de dinero mediante grandes impuestos?

¿Deberían aumentar los impuestos significativamente para evitar la compra de aparatos electrónicos que hacen más cómoda nuestra vida? pues estos aparatos contribuyen a que llevemos una vida más sedentaria, hacen que estemos más tiempo parados sin realizar ejercicio, facilitan nuestras tareas de forma que podamos realizarlas con menos esfuerzo físico.

En una sociedad en la que la gente se mueve la mayoría del tiempo en vehículos motorizados, en la que para subir a un tercer o cuarto piso se hace uso del ascensor y no de las escaleras, en la que los centros comerciales aunque dispongan de escaleras, éstas son mecánicas, en la que para buscar un libro no necesitamos levantarnos para ir a la estantería, sino que lo buscamos en el ordenador, es normal que al realizar menos ejercicio y menos esfuerzo físico, existan más casos de obesidad y diabetes.

Seguro que entre las personas que realizan ejercicio diariamente, o los que tienen un trabajo que exige un considerable esfuerzo físico, aunque consuman diariamente bebidas azucaradas, no tendrán los problemas de obesidad y diabetes que pueden tener los que no realizan ningún ejercicio ni esfuerzo físico diario.

El aumento de los impuestos para desincentivar el consumo de algún producto, no soluciona los problemas. No evitará su consumo, simplemente empobrecerá de forma significativa a las personas que consuman esos productos. Si un producto es realmente tan malo, deberían prohibir su fabricación, u obligar a cambiar los ingredientes que dicen que causan esos problemas, pero al aumentar sus impuestos simplemente están consiguiendo recaudar mucho dinero.

Si algo es malo y no quieren que lo compremos, que lo prohiban, pero no nos intenten arruinar por algo que nos gusta y que no hace mal a nadie.
Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com

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