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lunes, 21 de junio de 2021

Me llaman virus.

Este fin de semana el tío de mi pareja me ataca con descalificativos entre ellos, virus, por ir a una misa un Domingo además de transmitir inconscientemente signos de patriotismo en defensa de mi país.

El emisor de estos desafortunados mensajes es un comunista cerrado de trabajo acomodado y enchufado que presume de su hijo a través de fotos en su móvil. De lo que se siente más orgulloso, es de que el descendiente porte camisetas de Che Guevara y otros genocidas de símiles ideologías, con frases que los caracterizan y cómo no, con un puro en la boca a lo Groucho Marx pero sin estilo.
 
Le faltaban los dos Rolex en cada muñeca para parecerse al ídolo que desea homenajear. Los que más presumen de democracia y libertad, son los que señalan con el dedo, denigran, no dejan elegir e imponen, ¿hasta cuándo?.

En los medios de comunicación muy rara vez se muestran quejas de gente de bien por haber sido insultados por la izquierda, de hecho me siento raro al hacer este artículo porque más bien el bombardeo en los mass media reza a diario que los insultados son los socialistas, los comunistas y las feministas a modo de victimismo barato tal holocuento hollywoodense.
 
Soy consciente del criptojudaísmo en las misas, pero eso no es motivo para no acudir, más sabiendo que el cura hoy día puede estar financiado para dar un sermón u otro. Sin embargo, el portador de la verdad conoce este dato y el comunista no, por lo que el primer sujeto puede moverse por distintos senderos y el segundo se pierde fácilmente. La verdad nos hará libres y los virus, por supuesto, son este tipo de elementos que creen que lo saben todo. Arruinaron el país, incitaron al suicidio y por qué no decirlo, mataron directamente.
No sé qué más pruebas se necesitan.

Para los que quieran escanearse el cerebro con un buen antivirus recomiendo para este verano "El libro negro de la nueva izquierda" en donde se explican los dogmas del marxismo cultural que nos imponen las élites financieras globalistas para un control total. Más libros fuera de prensa sin financiar y menos tonterías.
Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com

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