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domingo, 6 de noviembre de 2016

Aspartamo (E-951).


Todos hemos oído hablar alguna vez del Aspartamo, edulcorante alimentario E-951. Es un edulcorante no calórico utilizado para endulzar productos normalmente designados como Light, sustituyendo el uso del azúcar y con un poder endulzante 200 veces superior a la sacarosa.

"Gracias" a la gran cantidad de conspiranoicos (Sujetos que sufren la enfermedad conocida como Apofenia), mucha gente piensa erróneamente que el Aspartamo es un componente altamente peligroso con un gran riesgo de producir cáncer en sus consumidores. Todo esto viene a raíz de un mal estudio realizado por la Fundación Ramazzini que concluyó que el Aspartamo podría tener efectos cancerígenos, en cambio las autoridades para la salud alimentaria, tanto Europea como Estadounidense desecharon este estudio por sus numerosos errores metodológicos, de hecho incluso se puede leer en varios sitios que para ese estudio utilizaron ratones de laboratorio que ya habían sido expuestos con anterioridad a otros compuestos para la realización de otros estudios, haciendo imposible discriminar las causas reales de los resultados obtenidos.

El Aspartamo, después de su ingesta es descompuesto en el intestino en tres componentes: Ácido aspártico, fenilalanina y metanol. Varios comités científicos aseguran que la gente consume mucho menos esos compuestos mediante la ingesta de Aspartamo que mediante el consumo normal de alimentos naturales. De esta forma, sabemos que el único riesgo que puede tener el Aspartamo, es un consumo superior al recomendado en personas que sufran de fenilcetonuria, ya que estas personas no metabolizan adecuadamente la fenilalanina. Pero repetimos, que incluso a quien sufre de esta enfermedad, no debería afectarle el consumo de Aspartamo dentro de la dosis recomendada y también que la fenilalanina se encuentra de forma natural en muchos alimentos como pueden ser la leche de vaca y sus derivados, la harina, el arroz, las patatas, los huevos y una larga lista.

Después de esta aclaración, podemos decir que el Aspartamo es uno de los ingredientes más rigurosamente estudiados entre los productos alimenticios y fue sometido a pruebas en más de 200 estudios científicos realizados en animales de laboratorio y seres humanos, incluyendo bebés, niños y adultos saludables, mujeres lactantes, personas con diabetes, personas obesas y personas que son portadoras de la poco frecuente enfermedad genética fenilcetonuria. Después de eso, las agencias reguladoras de más de cien países, han comprobado que es seguro para el uso.

La asociación dietética americana llegó a la conclusión de que el consumo de Aspartamo no está asociado con efectos adversos en la población general. Un estudio epidemiológico realizado por el instituto nacional del cáncer de los Estados Unidos, confirma las conclusiones del estudio previo de que no hay vínculo entre el consumo de Aspartamo y las leucemias, los linfomas y los tumores cerebrales.

Si tenemos que mencionar todos los estudios científicos y asociaciones de la salud que afirman que el Aspartamo no tiene riesgo alguno para la salud, no acabaríamos antes de finalizar el año.

Así que si volvéis a oír a alguien hablando mal del Aspartamo, ya sabéis cuál es su enfermedad, Apofenia.
Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com

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