Cada día se extiende más la moda de confiar nuestra salud y bienestar a una serie de productos a los que sin fundamento alguno, se les atribuyen propiedades milagrosas que en algunos casos llegan a superar los límites de la realidad.
Estas supuestas propiedades que se les atribuyen a los llamados "Superalimentos" se basan en la mayoría de los casos en informaciones poco fiables y carentes de comprobación científica.
Es difícil hoy en día saber a qué información le podemos dar credibilidad, ya que en muchos casos ésta resulta ser simplemente producto de campañas publicitarias y marketing únicamente destinadas a producir grandes ventas de productos que tienen poco o nada de especial.
Es cierto que hay alimentos con propiedades muy beneficiosas para nuestro organismo, pero eso se podría decir de la mayoría de alimentos existentes si se consumen de la forma adecuada y en la cantidad recomendada, ya que como sabemos todos los excesos son malos.
Por ejemplo: Se dice que el cacao reduce drásticamente el riesgo de cardiopatías mediante la reducción de la tensión arterial y el aumento de la elasticidad de los vasos sanguíneos. Se cree que estos efectos se deben al alto contenido que el cacao tiene de los compuestos denominados flavonoides, y aunque el consumo frecuente de cacao en forma de chocolate aumentaría las ingestas de los flavonoides saludables presentes en el cacao, también aumentaría las de otros nutrientes que se recomienda consumir menos o no consumir en absoluto, algo que ya no sería beneficioso para nuestro organismo.
La quinoa, que está muy de moda, se ha convertido en un complemento recomendado para reducir el colesterol y ayudar a la pérdida de peso. Sus beneficios se atribuyen a uno de sus compuestos, la saponina, que se cree que actúa alterando la permeabilidad del intestino. Sin embargo, todavía no hay ningún estudio que lo confirme.
Las bayas de goji son consideradas como un alimento que estimula la líbido, fortalece el sistema inmunológico y protege ante enfermedades cardiovasculares y el cáncer. La mayoría de los estudios existentes se basan en uno de sus componentes, los polisacáridos lycium barbarum*, que pueden detener el crecimiento de tumores y regular el azúcar en sangre. Pero de momento, no hay ningún ensayo que demuestre cómo influyen los *LBP en humanos.
Los arándanos son reconocidos como "Superalimento" por su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Estos beneficios se atribuyen a unos compuestos llamados antocianinas, sin embargo sólo una proporción muy pequeña de estos compuestos entra en la corriente sanguínea.
Las semillas de chía contienen 17 gramos de Omega 3 por cada 100 gramos, una proporción mucho mayor que la del salmón, sin embargo son un complemento alimenticio por lo que raramente se toman 100 gramos, su tipo de ácidos grasos debe ser convertido por el organismo humano para poder obtener beneficios cardiovasculares y durante este proceso de conversión, pierden gran parte de su efectividad.
Cuando los científicos analizan las propiedades milagrosas de estos alimentos en estudios, no se desprende ningún resultado claro. Y la verdad, es que los demás alimentos suelen proporcionarnos nutrientes tan valiosos como los que se encuentran en los mal llamados "Superalimentos".
En estos días sobran los supuestos nutricionistas que afirman tener la solución a los casos de cáncer y todas las demás enfermedades, cuando lo único que de verdad tienen es la fórmula para llenarse las carteras a costa de la esperanza de muchos ilusos que se dejan engañar por promesas de inmortalidad y salud eterna.
Para estar sano, lo mejor es una dieta equilibrada y variada, no por gastar más se come mejor.
Pablo Santomé.
pablosantomenougat@gmail.com
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